domingo, 9 de abril de 2017
Poesía- LA ÚNICA BODA
Habéis tenido que bregar,
a veces hasta llenar de lágrimas el corazón,
cual tamaña visión de una página de la Biblia
y su saber probado en las estaciones amargas
o en las cuatro columnas de la felicidad,
brotes del amor que es el mejor alimento
para remontar lo adverso.
Y porque la Palabra es cosa vuestra,
tenéis la verdadera verdad de los que se aman
sin esperar plata u oro en pos de algún castillo
en esta morada última de los hombres.
Por ello nada os desploma;
nada consume vuestro espíritu
perfectamente aliado a lo que Guía.
Estáis aquí, reconstruyendo un camino
en mitad de la meseta, avanzando junto a otros
que esperan el domingo
para repetir el Nombre y el Verbo
que nos embarca eternamente.
Estáis aquí, en la pleamar de vuestro amor.
Es ya la hora de volver celebrar la única
boda.
Y hay júbilo para que nos abracemos,
tan hermanos registrados en la notaría del Señor,
hermanos sin desmayar en la oración
y en compartir el pan que no es leyenda.
¡Hágase Su voluntad!
Juan
1; 1-16: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el
principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin
él nada de lo que es hecho, fué hecho. En
él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las
tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. Fué un hombre enviado de
Dios, el cual se llamaba Juan. Este
vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos
creyesen por él. No era él la
luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquel era la luz verdadera, que
alumbra á todo hombre que viene á este mundo. En
el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él; y el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron. Mas á todos los que le
recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su
nombre: Los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de
Dios. Y aquel Verbo fué hecho carne, y
habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad. Juan
dió testimonio de él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque
es primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.
Juan
14; 1-6: No se turbe
vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á
preparar lugar para vosotros. Y si me
fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo: para que
donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis
á dónde yo voy; y sabéis el camino. Dícele
Tomé: Señor, no sabemos á dónde vas: ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y
la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.
1
Juan 4; 7-21: Carísimos, amémonos unos á otros; porque el
amor es de Dios. Cualquiera que
ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios. El que no ama, no
conoce á Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con
nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por
él. En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino
que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros
pecados. Amados, si Dios así
nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos á otros. Ninguno vió jamás á Dios. Si nos
amamos unos á otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros: En
esto conocemos que estamos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su
Espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que
el Padre ha enviado al Hijo para ser Salvador del mundo. Cualquiera que confesare que Jesús es el
Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios. Y
nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive
en Dios, y Dios en él. En esto es perfecto el amor con nosotros,
para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos
nosotros en este mundo. En amor no hay
temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De
donde el que teme, no está perfecto en el amor. Nosotros
le amamos á él, porque él nos amó primero. Si alguno dice, Yo amo á Dios, y
aborrece á su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama á su hermano al cual
ha visto, ¿cómo puede amar á Dios á quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de
él: Que
el que ama á Dios, ame también á su hermano.
Juan
6; 35: Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mí cree, no tendrá sed jamás.
Apocalipsis
19; 1-10: DESPUÉS de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo,
que decía: Aleluya: Salvación y
honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro. Porque
sus juicios son verdaderos y justos; porque él ha juzgado á la grande
ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre
de sus siervos de la mano de ella. Y
otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para
siempre jamás. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro animales se postraron
en tierra, y adoraron á Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya. Y salió una voz del trono, que
decía: Load á nuestro Dios todos sus
siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y
oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas, y como
la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dios
Todopoderoso. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado. Y le fué dado que se vista de lino fino,
limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos. Y
él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados á la cena del
Cordero. Y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas. Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él
me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy
siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora
á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Mateo 6; 10: Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en
la tierra.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
domingo, 2 de abril de 2017
Himno y Poema de mí autoría, datado en 07/02/2017: ¡añorarte!
Yo quiero estar Señor
Siempre a Tu lado
No puedo dejar Señor
De amarte inmoderado
Mi placer es adorarte
Añorar Tu venida
No quiero olvidarte
A Ti doy mi vida
Yo quiero amarte
Yo quiero servirte
Yo quiero alabarte
Yo quiero sentirte
Añorarte, es mi placer
Añorarte, es mi vivir
Añorarte, es mi querer
Añorarte, Solo a Ti
Erica Carla
Salmos
16; 8: A Jehová he puesto siempre delante de mí: Porque está á mi
diestra no seré conmovido.
Deuteronomio
6; 5: Y Amarás á Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todo tu poder.
Salmos
84; 2: Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios de Jehová:
Mi corazón y mi carne cantan al Dios
vivo.
Salmos
119; 174: Deseado he tu salvación,
oh Jehová; Y tu ley es mi delicia.
Salmos
13; 5: Mas yo en tu misericordia
he confiado: Alegraráse mi corazón en tu salvación.
Salmos
59; 16: Yo empero cantaré tu fortaleza, Y alabaré de mañana tu misericordia:
Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia.
Jeremías
15; 16: Halláronse tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fué por gozo y
por alegría de mi corazón: porque tu nombre se invocó sobre mí, oh
Jehová Dios de los ejércitos.
Salmos
27; 4: Una cosa he demandado á Jehová,
ésta buscaré: Que esté yo en la casa
de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y
para inquirir en su templo.
Hebreos
9; 28: Así también Cristo fué
ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado,
será visto de los que le esperan para salvación.
1
Tesalonicenses 4; 16-18: Porque el mismo Señor con aclamación, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos, los que
quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, consolaos los unos á los
otros en estas palabras.
Hechos
1; 11: Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este
mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo.
Marcos
13; 26 e 27: Y entonces verán al Hijo del
hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro
vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.
Apocalipsis 22; 20: El que da testimonio de
estas cosas, dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven: Señor Jesús.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
sábado, 25 de marzo de 2017
Poema- Fogo e Água
Fogo que lambe
Fogo que incendeia
Fogo que rastreia
Por todo o meu ser
Águas claras
Águas cristalinas
Fogo que ilumina
E que me faz arder
Chama viva
Que queima e não
consome
Eu sei qual é Teu nome
E agora vou dizer
Fogo e água
Chama e ardor
Teu nome é Deus vivo
Teu nome á amor
Aquele que diz amar
Deus e não ama a Seu irmão é mentiroso.
1 Reis 18; 22-39: Então
disse Elias ao povo: Só eu fiquei por
profeta do Senhor, e os profetas de Baal são quatrocentos e cinquenta homens. Dêem-se-nos,
pois, dois bezerros, e eles escolham para si um dos bezerros, e o dividam em
pedaços, e o ponham sobre a lenha, porém não lhe coloquem fogo, e eu prepararei
o outro bezerro, e o porei sobre a lenha, e não lhe colocarei fogo. Então invocai o nome do vosso deus, e eu
invocarei o nome do Senhor; e há de ser que o deus que responder por meio de
fogo esse será Deus. E todo o povo respondeu, dizendo: É boa
esta palavra. E disse Elias aos profetas de Baal: Escolhei para vós um dos bezerros, e
preparai-o primeiro, porque sois muitos, e invocai o nome do vosso deus, e não
lhe ponhais fogo. E tomaram o
bezerro que lhes dera, e o prepararam; e invocaram o nome de Baal, desde a
manhã até ao meio-dia, dizendo: Ah! Baal, responde-nos! Porém nem havia voz, nem quem respondesse;
e saltavam sobre o altar que tinham feito. E sucedeu que ao meio-dia
Elias zombava deles e dizia: Clamai em altas vozes, porque ele é um deus;
pode ser que esteja falando, ou que tenha alguma coisa que fazer, ou que
intente alguma viagem; talvez esteja dormindo, e despertará. E eles
clamavam em altas vozes, e se retalhavam com facas e com lancetas, conforme ao
seu costume, até derramarem sangue sobre si. E sucedeu que, passado o meio-dia, profetizaram eles, até a hora de se
oferecer o sacrifício da tarde; porém não houve voz, nem resposta, nem atenção
alguma. Então Elias disse a todo o povo: Chegai-vos a mim. E todo o povo se chegou a ele; e restaurou o
altar do Senhor, que estava quebrado. E Elias tomou doze pedras, conforme ao
número das tribos dos filhos de Jacó, ao qual veio a palavra do Senhor,
dizendo: Israel será o teu nome. E com aquelas pedras edificou o altar em
nome do Senhor; depois fez um rego em redor do altar, segundo a largura de duas
medidas de semente. Então armou a lenha, e dividiu o bezerro em pedaços, e o
pôs sobre a lenha. E disse: Enchei
de água quatro cântaros, e derramai-a sobre o holocausto e sobre a lenha. E
disse: Fazei-o segunda vez; e o
fizeram segunda vez. Disse ainda: Fazei-o terceira vez; e o fizeram terceira vez; De maneira que a água
corria ao redor do altar; e até o rego ele encheu de água. Sucedeu que, no
momento de ser oferecido o sacrifício da tarde, o profeta Elias se aproximou, e
disse: Ó Senhor Deus de Abraão, de Isaque e de Israel, manifeste-se hoje que
tu és Deus em Israel, e que eu sou teu servo, e que conforme à tua palavra fiz
todas estas coisas. Responde-me, Senhor, responde-me, para que este povo
conheça que tu és o Senhor Deus, e que tu fizeste voltar o seu coração.
Então caiu fogo do Senhor, e consumiu
o holocausto, e a lenha, e as pedras, e o pó, e ainda lambeu a água que estava
no rego. O que vendo todo o povo,
caíram sobre os seus rostos, e disseram: Só o Senhor é Deus! Só o Senhor é
Deus!
João 7; 37 e 38: E no
último dia, o grande dia da festa, Jesus pôs-se em pé, e clamou, dizendo: Se alguém tem sede, venha a mim, e beba.
Quem
crê em mim, como diz a Escritura, rios de água viva correrão do seu ventre.
Êxodo 3; 1-6: E apascentava Moisés o rebanho de Jetro, seu
sogro, sacerdote em Midiã; e levou o rebanho atrás do deserto, e chegou ao
monte de Deus, a Horebe. E
apareceu-lhe o anjo do Senhor em uma chama de fogo do meio duma sarça; e olhou,
e eis que a sarça ardia no fogo, e a sarça não se consumia. E
Moisés disse: Agora me virarei para lá, e verei esta grande visão, porque a sarça não
se queima. E vendo o Senhor que se virava para ver, bradou Deus a
ele do meio da sarça, e disse: Moisés, Moisés. Respondeu ele: Eis-me
aqui. E disse: Não te chegues para cá; tira os sapatos de
teus pés; porque o lugar em que tu estás é terra santa. Disse mais:
Eu sou o Deus de teu pai, o Deus de
Abraão, o Deus de Isaque, e o Deus de Jacó. E Moisés encobriu o seu rosto, porque temeu olhar para Deus.
1 João 4; 7-21: Amados, amemo-nos uns aos outros; porque o
amor é de Deus; e qualquer que ama é nascido de Deus e conhece a Deus. Aquele que não ama não conhece a Deus;
porque Deus é amor. Nisto se manifestou o amor de Deus para conosco:
que
Deus enviou seu Filho unigênito ao mundo, para que por ele vivamos. Nisto está o amor, não em que nós tenhamos
amado a Deus, mas em que ele nos amou a nós, e enviou seu Filho para
propiciação pelos nossos pecados. Amados,
se Deus assim nos amou, também nos devemos amar uns aos outros. Ninguém
jamais viu a Deus; se nos amamos uns aos outros, Deus está em nós, e em nós é
perfeito o seu amor. Nisto conhecemos que
estamos nele, e ele em nós, pois que nos deu do seu Espírito. E
vimos, e testificamos que o Pai enviou seu Filho para Salvador do mundo. Qualquer que confessar que Jesus é o Filho
de Deus, Deus está nele, e ele em Deus. E nós conhecemos, e cremos no amor que
Deus nos tem. Deus é amor; e quem
está em amor está em Deus, e Deus nele. Nisto é perfeito o amor para
conosco, para que no dia do juízo tenhamos confiança; porque, qual ele é, somos
nós também neste mundo. No amor não há temor, antes o perfeito amor lança fora
o temor; porque o temor tem consigo a pena, e o que teme não é perfeito em
amor. Nós o amamos a ele porque ele nos amou primeiro. Se alguém
diz: Eu amo a Deus, e odeia a seu
irmão, é mentiroso. Pois quem não ama a seu irmão, ao qual viu,
como pode amar a Deus, a quem não viu? E dele temos este mandamento:
que quem ama a Deus, ame também a seu
irmão.
Que
Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
lunes, 20 de marzo de 2017
Poema- MOCIDADE CRISTÃ
Cabe a ti, mocidade
cristã,
Seres a esperança
de amanhã;
A coluna viva da
verdade,
Pregoeira de paz e
liberdade.
Como as rosas de
raro odor,
Que adornam o
jardim do Senhor,
Para servir foste
chamada,
De Cristo a causa,
nesta jornada.
Não te seduza a falsa riqueza,
Não te empolgue a falsa pureza,
Conserva a fragrância das flores,
E serás poupada das dores.
Não são as vaidades ilusórias
Que outorgam as grandes vitórias.
Porém de Cristo a santidade,
Perdura por toda a eternidade.
Emilio Conde
Alegremo-nos na nossa
mocidade, Lembremo-nos do nosso Criador; recrearei o meu coração na minha
mocidade, meditando nos preceitos e estatutos do Senhor e nunca me esquecendo
da Sua Palavra, para manter puro o meu caminho, as minhas palavras,
atitudes,... fugindo das paixões da mocidade e assim seguir sendo exemplo dos
fiéis, para que agindo desta forma eu mantenha a minha Salvação no Senhor e possa
ganhar para Ele as almas dos que me ouvem, me veem (bom testemunho) e a este
Blog. Ele nos escreveu, por sermos fortes, então não se menospreze e persista
em seguir ao Senhor em retidão!
Eclesiastes 11; 9 e 10: Alegra-te,
jovem, na tua mocidade, e recreie-se o teu coração nos dias da tua mocidade,
e anda pelos caminhos do teu coração, e
pela vista dos teus olhos; sabe, porém, que por todas estas coisas te trará Deus
a juízo. Afasta, pois, a ira do teu coração, e remove da tua carne o mal, porque a adolescência e a juventude são
vaidade.
Eclesiastes 12; 1: Lembra-te
também do teu Criador nos dias da tua mocidade, antes que venham os maus dias, e cheguem os anos dos quais venhas a
dizer: Não tenho neles contentamento.
1 Timóteo 4; 12-16: Ninguém
despreze a tua mocidade; mas sê
o exemplo dos fiéis, na palavra, no trato, no amor, no espírito, na fé, na
pureza. Persiste em ler, exortar e ensinar, até que eu vá. Não desprezes o
dom que há em ti, o qual te foi dado por profecia, com a imposição das mãos do
presbitério. Medita estas coisas;
ocupa-te nelas, para que o teu aproveitamento seja manifesto a todos. Tem
cuidado de ti mesmo e da doutrina. Persevera nestas coisas; porque, fazendo
isto, te salvarás, tanto a ti mesmo como aos que te ouvem.
2 Timóteo 2; 22: Foge
também das paixões da mocidade; e
segue a justiça, a fé, o amor, e a paz com os que, com um coração puro, invocam
o Senhor.
Salmos 119; 9-16: Com
que purificará o jovem o seu caminho? Observando-o conforme a tua palavra. Com todo o meu coração te busquei; não me deixes desviar dos teus
mandamentos. Escondi a tua palavra no meu coração, para eu não pecar contra ti.
Bendito és tu, ó Senhor; ensina-me os teus estatutos. Com os meus lábios declarei todos os juízos da tua boca. Folguei
tanto no caminho dos teus testemunhos, como em todas as riquezas. Meditarei
nos teus preceitos, e terei respeito aos teus caminhos. Recrear-me-ei nos
teus estatutos; não me esquecerei da tua palavra.
1
João 2; 14 b: Eu vos escrevi, jovens, porque
sois fortes, e a palavra de Deus
está em vós, e já vencestes o maligno.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
martes, 14 de marzo de 2017
Poema de minha autoria, datado em 05/03/2017: Ora que é hora!
Todo dia, Toda hora;
Todo instante, porque não Agora?!
Pra quem Clama e pra quem Ora;
Nada nos apavora,
pois o Senhor vem sem demora
para nos levar embora!
Hoje e amanhã, Ele é o mesmo de outrora.
Para Orar
e Clamar não precisa marcar hora, é uma ligação que nunca vai dar indisponível,
a conexão sempre é boa e nunca cai, o Senhor sempre está disposto a nos ouvir.
Os que confiam no Senhor não tem o que temer; Ele é o mesmo Deus poderoso e
amoroso Ontem, Hoje e será Eternamente! Você Crê?
Jeremias
33; 3: Clama a mim, e responder-te-ei, e anunciar-te-ei coisas grandes e firmes que
não sabes.
Salmos 17; 6: Eu te invoquei, ó Deus, pois me queres ouvir; inclina para mim os teus ouvidos, e escuta
as minhas palavras.
1 João 5; 14: E esta é
a confiança que temos nele, que, se pedirmos alguma coisa, segundo a sua
vontade, ele nos ouve.
Marcos 9; 23: E Jesus
disse-lhe: Se tu podes crer, tudo é possível ao que crê.
Marcos 11; 23: Porque
em verdade vos digo que qualquer que disser a este monte: Ergue-te e lança-te
no mar, e não duvidar em seu coração, mas crer que se fará aquilo que diz, tudo o que disser lhe será feito.
Salmos 125; 1: Os
que confiam no SENHOR serão como
o monte de Sião, que não se abala,
mas permanece para sempre.
Isaías 12; 2: Eis
que Deus é a minha salvação; nEle
confiarei, e não temerei, porque o
SENHOR DEUS é a minha força e o meu cântico, e se tornou a minha salvação.
Hebreus 13; 8: Jesus Cristo é o mesmo, ontem,
e hoje, e eternamente.
A qualquer momento Ele pode voltar para nos buscar (Ele nos prometeu isto!): Como nos
dias de Noé; como aquele senhor que deixou sua casa aos cuidados dos servos;
Ele virá de improviso, Vigiemos para que não nos ache dormindo e *desapercebidos.
Cuidemos para estar em pé diante do Filho
do Homem, para que não tenhamos corrido e trabalhado em vão, e ninguém tome a
nossa coroa, a coroa da vida eterna!
*desapercebidos: Possui o sentido referente a desprevenido, desprovido,
desguarnecido de algo.
João 14; 1-3: Não se turbe o vosso coração; credes em
Deus, crede também em mim. Na casa de meu Pai há muitas moradas; se não
fosse assim, eu vo-lo teria dito. Vou preparar-vos lugar. E quando eu for, e vos preparar lugar, virei
outra vez, e vos levarei para mim mesmo, para que onde eu estiver estejais
vós também.
Se Ele vier hoje, estaremos prontos Sim ou Não?!
(pergunta retórica para
refletirmos e assim podermos nos corrigir onde cada um sabe que necessita; caso ainda não saibais, pergunte ao Senhor que Ele certamente te revelará.)
Mateus 24; 36-44: Mas
daquele dia e hora ninguém sabe, nem os anjos do céu, mas unicamente meu Pai.
E, como foi nos dias de Noé, assim será
também a vinda do Filho do homem. Porquanto, assim como, nos dias
anteriores ao dilúvio, comiam, bebiam, casavam e davam-se em casamento, até ao
dia em que Noé entrou na arca, E não o perceberam, até que veio o dilúvio,
e os levou a todos, assim será também a vinda do Filho do homem. Então, estando dois no campo, será levado
um, e deixado o outro; Estando duas moendo no moinho, será levada uma, e
deixada outra. Vigiai, pois, porque
não sabeis a que hora há de vir o vosso Senhor. Mas considerai isto:
se o pai de família soubesse a que vigília
da noite havia de vir o ladrão, vigiaria e não deixaria minar a sua casa. Por isso, estai vós apercebidos também;
porque o Filho do homem há de vir à hora em que não penseis.
Marcos 13; 33-37: Olhai, vigiai e orai; porque não sabeis quando chegará o tempo. É como se um
homem, partindo para fora da terra, deixasse a sua casa, e desse autoridade aos
seus servos, e a cada um a sua obra, e mandasse ao porteiro que vigiasse. Vigiai,
pois, porque não sabeis quando virá o senhor da casa; se à tarde, se à meia-noite,
se ao cantar do galo, se pela manhã, Para que, vindo de improviso, não
vos ache dormindo. E as coisas que vos digo, digo-as a todos: Vigiai.
Lucas 21; 34-36: E olhai por vós, não aconteça que os vossos
corações se carreguem de glutonaria, de embriaguez, e dos cuidados da vida,
e venha sobre vós de improviso aquele
dia. Porque virá como um laço sobre todos os que habitam na face de toda a
terra. Vigiai, pois, em todo o
tempo, orando, para que sejais havidos por dignos de evitar todas estas coisas
que hão de acontecer, e de estar em pé diante do Filho do homem.
1 Coríntios 10; 12: Aquele,
pois, que cuida estar em pé, olhe não caia.
Filipenses 2; 16: Retendo a palavra da vida,
para que no dia de Cristo possa
gloriar-me de não ter corrido nem trabalhado em vão.
Apocalipses
3; 11: Eis que venho sem demora; guarda
o que tens, para que ninguém tome a tua coroa.
Apocalipses 2; 10 b: Sê
fiel até à morte, e dar-te-ei a coroa da vida.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
domingo, 5 de marzo de 2017
Poema de minha autoria, datado em 05/03/2017: A mulher contemporânea!
A mulher da atualidade,
É aquela que ainda busca a igualdade,
Pois vive uma realidade,
Em uma sociedade,
Que não tem facilidade.
Porém na verdade,
Todas buscam a felicidade,
O amor de verdade,
Aquele que cuide de nós com
sinceridade,
Isto é nos amar e valorizar com
preciosidade;
Pois na realidade,
Não perdemos a nossa feminilidade,
Delicadeza e sensibilidade,
Força e ao mesmo tempo fragilidade,
Somos de carne e osso, somos de verdade!
Gênesis 2; 18, 22-24: E disse o SENHOR Deus: Não é bom que o homem esteja só; far-lhe-ei uma
ajudadora idônea para ele. E da costela
que o SENHOR Deus tomou do homem, formou uma mulher, e trouxe-a a Adão. E
disse Adão: Esta é agora osso
dos meus ossos, e carne da
minha carne; esta será chamada mulher, porquanto do homem foi tomada. Portanto
deixará o homem o seu pai e a sua mãe, e apegar-se-á à sua mulher, e serão
ambos uma carne.
Provérbios 31; 10-31: Mulher virtuosa quem a achará? O seu valor muito excede ao de rubis.
O coração do seu marido está nela confiado; assim ele não necessitará de
despojo. Ela só lhe faz bem,
e não mal, todos os dias da sua vida. Busca lã e linho, e
trabalha de boa vontade com suas mãos. Como o navio
mercante, ela traz de longe o seu pão. Levanta-se, mesmo à
noite, para dar de comer aos da casa, e distribuir a tarefa das servas. Examina uma propriedade e adquire-a; planta uma vinha com o fruto de
suas mãos. Cinge os seus lombos de força, e fortalece os seus braços. Vê que é
boa a sua mercadoria; e a sua lâmpada não se apaga de noite. Estende as suas
mãos ao fuso, e suas mãos pegam na roca. Abre a sua mão ao pobre, e estende as
suas mãos ao necessitado. Não teme a neve na sua casa, porque toda a sua família
está vestida de escarlata. Faz para si cobertas de tapeçaria;
seu vestido é de seda e de púrpura. Seu marido é
conhecido nas portas, e assenta-se entre os anciãos da terra. Faz panos de linho fino e vende-os, e entrega cintos aos mercadores. A
força e a honra são seu vestido, e se alegrará com o dia futuro. Abre a sua
boca com sabedoria, e a lei da beneficência está na sua língua. Está atenta ao
andamento da casa, e não come o pão da preguiça. Levantam-se seus filhos e
chamam-na bem-aventurada; seu marido também, e ele a louva. Muitas filhas têm
procedido virtuosamente, mas tu és, de todas, a mais excelente! Enganosa é a beleza e vã a formosura, mas a mulher que teme ao SENHOR,
essa sim será louvada. Dai-lhe do fruto
das suas mãos, e deixe o seu próprio trabalho louvá-la nas portas.
1 Coríntios 11; 11 e 12: Todavia, nem o homem é sem a mulher, nem a mulher sem o homem, no Senhor. Porque, como a mulher provém do homem, assim também o homem provém da mulher, mas tudo vem de Deus.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
Suscribirse a:
Entradas (Atom)