lunes, 18 de diciembre de 2017
Himno 68 HCE- Libre Estoy
1.
Yo vagaba
mucho tiempo en el error,
Agobiado en
el pecado y el temor,
Cuando vi
al Salvador
Y escuché
su tierna voz,
Mi Jesús me
hizo libre por su amor.
Coro
Libre estoy, libre estoy
Por la gracia de Jesús libre estoy;
Libre estoy, libre estoy
Aleluya, por la fe, libre estoy
2.
Yo vagaba
mucho tiempo en el error,
Sin pensar
en el amor del Salvador;
Yo vagaba
más y más,
Lejos de mi
Redentor,
Mas ahora
por su muerte libre estoy.
3.
Yo vagaba
mucho tiempo en el error,
Mas ahora
quiero andar con mi Señor,
Quiero oír
su tierna voz,
Y seguirle
siempre en pos,
¡Gloria,
gloria sea a nuestro buen Pastor!
Efesios
2; 8-22: Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en
cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin
Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la
promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora
en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz,
que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a
ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y
vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los
que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros
tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que
ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento
de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Romanos 8; 1-21: Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque
lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley
se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en
las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del
Espíritu. Porque
el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que
el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él. Pero
si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado,
mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el
Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la
carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís
conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y
si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,
si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el
aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad,
no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos
de Dios.
João
10; 27-30: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que
me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre uno
somos.
¡Que Dios en Cristo siga Bendiciéndoles!
Fraternalmente,
Erica Carla
domingo, 10 de diciembre de 2017
Ágape- AMOR INCONDICIONAL
Que cuida de mim e me leva em seus braços
Que a cada dia enxuga todo o meu pranto
E bem de pertinho dirige os meus passos.
Por que me ama tanto? Tal amor não mereço,
O que em mim viu? Por certo, de bom, nada.
E quando menos espero mais o entristeço,
Ao prosseguir nesta minha curta jornada.
E porque me ama tanto, bem escondido,
Meu dia de amanhã guarda bem em segredo:
Uma dor que me deixaria entristecido,
Ele não me fala e posso viver sem medo.
Ele quer que eu sinta e viva a cada dia,
Avaliando seu socorro que não falha.
E quando a dor chegar resoluta e fria,
Seu coração de amor pronto me agasalha.
Esse é o Deus que garante meu futuro
O Deus que quero honrar mesmo sendo incapaz.
E se chegar o dia mau, o dia escuro,
Estarei bem seguro porque Ele é minha paz.
Orlando Arraz Maz
Deus é Amor!
1 João 4; 8: Quem não ama não conhece a Deus, porque Deus é amor.
1 Coríntios 13; 2: Ainda que eu tenha o dom de profecia, saiba todos os mistérios e todo o conhecimento e tenha uma fé capaz de mover montanhas, se não tiver amor, nada serei.
Ele cuida de nós todos os dias, em todos os detalhes, nada nos falta, Ele nunca nos abandona!
Mateus 11; 28-30: Vinde a mim, todos os que estais cansados e oprimidos, e eu vos aliviarei. Tomai sobre vós o meu jugo, e aprendei de mim, que sou manso e humilde de coração, e encontrareis descanso para a vossa alma. Porque o meu jugo é suave, e o meu fardo é leve.
Salmos 23; 1: O Senhor é o meu pastor; nada me faltará.
Salmos 25; 5: Guia-me na tua verdade e ensina-me, pois tu és o Deus da minha salvação; por ti estou esperando todo o dia.
O choro dura uma noite, mais Ele limpará toda lágrima de nossos olhos e pela manhã tornará nosso pranto em alegria.
Salmos 30; 5 b: ...o choro pode durar uma noite, mas a alegria vem pela manhã.
Apocalipses 21; 4: E Deus limpará de seus olhos toda lágrima, e não haverá mais morte, nem pranto, nem clamor, nem dor, porque já as primeiras coisas são passadas.
Jeremias 31; 13 b: ...e tornarei o seu pranto em alegria, e os consolarei, e transformarei em regozijo a sua tristeza.
Em nossos corações preparamos planos para o futuro, porém é o Senhor quem responde/confirma e dirige nossos passos nos Seus caminhos.
Salmos 17; 5: Dirige os meus passos nos teus caminhos, para que as minhas pegadas não vacilem.
Provérbios 16; 1 e 9: Do homem são as preparações do coração, mas do Senhor, a resposta da boca. O coração do homem considera o seu caminho, mas o Senhor lhe dirige os passos.
Lembremo-nos que não fomos nós que O escolhemos, Ele é que nos escolheu, e nisto não temos mérito algum. Nisto vemos o Seu grande Amor, sendo nós ainda pecadores. Ainda estamos na carne e sujeitos a provações, porém, cabe a cada um de nós, vigiar e cuidar para não cair, pois mesmo quando queremos acertar, sempre haverá algo que queira nos impedir.
João 15; 16: Não me escolhestes vós a mim, mas eu vos escolhi a vós, e vos nomeei, para que vades e deis fruto, e o vosso fruto permaneça, a fim de que tudo quanto em meu nome pedirdes ao Pai ele vos conceda.
Romanos 5; 8: Mas Deus prova o seu amor para conosco em que Cristo morreu por nós, sendo nós ainda pecadores.
Romanos 7; 12-25: Assim, a lei é santa; e o mandamento, santo, justo e bom. Logo, tornou-se-me o bom em morte? De modo nenhum! Mas o pecado, para que se mostrasse pecado, operou em mim a morte pelo bem, a fim de que pelo mandamento o pecado se fizesse excessivamente maligno. Porque bem sabemos que a lei é espiritual; mas eu sou carnal, vendido sob o pecado. Porque o que faço, não o aprovo, pois o que quero, isso não faço; mas o que aborreço, isso faço. E, se faço o que não quero, consinto com a lei, que é boa. De maneira que, agora, já não sou eu que faço isto, mas o pecado que habita em mim. Porque eu sei que em mim, isto é, na minha carne, não habita bem algum; e, com efeito, o querer está em mim, mas não consigo realizar o bem. Porque não faço o bem que quero, mas o mal que não quero, esse faço. Ora, se eu faço o que não quero, já o não faço eu, mas o pecado que habita em mim. Acho, então, esta lei em mim: que, quando quero fazer o bem, o mal está comigo. Porque, segundo o homem interior, tenho prazer na lei de Deus. Mas vejo nos meus membros outra lei que batalha contra a lei do meu entendimento e me prende debaixo da lei do pecado que está nos meus membros. Miserável homem que eu sou! Quem me livrará do corpo desta morte? Dou graças a Deus por Jesus Cristo, nosso Senhor. Assim que eu mesmo, com o entendimento, sirvo à lei de Deus, mas, com a carne, à lei do pecado.
1 Coríntios 10; 12: Aquele, pois, que cuida estar em pé, olhe que não caia.
Não nos preocupemos com dia de amanhã, lancemos sobre Ele toda ansiedade, porque Ele tem cuidado de nós e nos tem dado a sua maravilhosa Paz!
Mateus 6; 34: Não vos inquieteis, pois, pelo dia de amanhã, porque o dia de amanhã cuidará de si mesmo. Basta a cada dia o seu mal.
1 Pedro 5; 7: Lançando sobre ele toda a vossa ansiedade, porque Ele tem cuidado de vós.
João 14; 27: Deixo-vos a paz, a minha paz vos dou; não vo-la dou como o mundo a dá. Não se turbe o vosso coração, nem se atemorize.
Meus Queridos Leitores, eu não vos esqueci; estou me recuperando de uma gripe forte, bem como, estou numa correria este final de ano que me impossibilitou de publicar no cronograma habitual, porém vou me esmerar para conseguir finalizar o cronograma anual com as 52 publicações, e dar seguimento até que o Senhor me guarde. Creio que também não me esqueceram, pois bem, peço que sigam orando por mim e por esta Obra, para que possamos continuar aprendendo juntos sobre a Palavra de Deus.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
martes, 28 de noviembre de 2017
Poema- Para entrar no céu
Quem me dera ser recebida
Como Estevão lá no céu
Com o próprio Jesus Cristo
O recebendo de pé.
Apedrejado pelos irmãos
Foi assim que Estevão morreu
Mas na hora de sua morte
Pediu para eles perdão.
Porque aprendera com o Cristo
Uma das melhores lições
Que para entrar no céu
Deve-se perdoar o irmão.
Eu sei que é difícil
Ter um comportamento assim
De doar a túnica
Para aquele que o feriu.
De caminhar duas milhas
Com o que falou mal de ti
E de dar a outra face
Para o que lhe agrediu.
Mas, foi assim que Jesus
Ensinou como ser cristão
Perdoando aos seus algozes
Porque eram seus irmãos.
Cristo vê todos os homens
Com o mesmo olhar de amor
Pois conhece suas falhas
E o seu interior.
Edna das Dores de Oliveira Coimbra
Atos 7; 51-60: Homens de dura cerviz e incircuncisos de coração e ouvido, vós sempre
resistis ao Espírito Santo; assim, vós sois como vossos pais. A qual dos profetas não
perseguiram vossos pais? Até mataram os que anteriormente anunciaram a vinda do
Justo, do qual vós agora fostes traidores e homicidas; vós que recebestes
a lei por ordenação dos anjos e não a guardastes. E,
ouvindo eles isto, enfureciam-se em seu coração e rangiam os dentes contra
ele. Mas ele, estando cheio do Espírito Santo e fixando os olhos no
céu, viu a glória de Deus e Jesus, que estava à direita de Deus, e disse:
Eis que vejo os céus abertos e o Filho
do Homem, que está em pé à mão direita de Deus. Mas eles gritaram com
grande voz, taparam os ouvidos e arremeteram unânimes contra ele. E, expulsando-o
da cidade, o apedrejavam. E as testemunhas depuseram as suas vestes aos
pés de um jovem chamado Saulo. E apedrejaram a Estêvão, que em
invocação dizia: Senhor Jesus,
recebe o meu espírito. E, pondo-se de joelhos, clamou com grande
voz: Senhor, não lhes imputes este pecado. E, tendo dito isto, adormeceu.
Lucas
6; 27-36: Mas a vós, que ouvis,
digo: Amai a vossos inimigos,
fazei bem aos que vos aborrecem, bendizei os que vos maldizem e orai pelos que vos caluniam. Ao que te ferir numa face, oferece-lhe também a outra; e ao que
te houver tirado a capa, nem a túnica recuses. E dá a qualquer que te
pedir; e ao que tomar o que é teu, não lho tornes a pedir. E como vós quereis que
os homens vos façam, da mesma maneira fazei-lhes vós também. E, se amardes aos que vos
amam, que recompensa tereis? Também os pecadores amam aos que os
amam. E, se fizerdes bem aos que vos fazem bem, que recompensa tereis? Também os pecadores
fazem o mesmo. E, se emprestardes àqueles de
quem esperais tornar a receber, que recompensa tereis? Também os pecadores
emprestam aos pecadores, para tornarem a receber outro tanto. Amai, pois, a vossos inimigos, e fazei o bem, e emprestai, sem
nada esperardes, e será grande o vosso galardão, e sereis filhos do Altíssimo;
porque ele é benigno até para com os ingratos e maus. Sede, pois,
misericordiosos, como também vosso Pai é misericordioso.
Lucas
23; 34-43: E dizia Jesus: Pai, perdoa-lhes, porque
não sabem o que fazem. E, repartindo as suas vestes,
lançaram sortes. E o povo estava olhando. E também os príncipes
zombavam dele, dizendo: Aos outros
salvou; salve-se a si mesmo, se este é o Cristo, o escolhido de Deus. E
também os soldados escarneciam dele, chegando-se a ele, e apresentando-lhe
vinagre, e dizendo: Se tu és o
Rei dos judeus, salva-te a ti mesmo. E também, por cima dele,
estava um título, escrito em letras gregas, romanas e hebraicas: Este é O Rei dos Judeus. E
um dos malfeitores que estavam pendurados blasfemava dele, dizendo: Se tu
és o Cristo, salva-te a ti mesmo e a nós. Respondendo, porém, o
outro, repreendia-o, dizendo: Tu nem
ainda temes a Deus, estando na mesma condenação? E nós, na verdade, com
justiça, porque recebemos o que os nossos feitos mereciam; mas este nenhum mal
fez. E disse a Jesus: Senhor,
lembra-te de mim, quando entrares no teu Reino. E disse-lhe Jesus: Em verdade te digo que
hoje estarás comigo no Paraíso.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
sábado, 18 de noviembre de 2017
Poema- Jeová
No céu há várias moradas
Onde iremos habitar
Louvando ao Deus Pai
E ao seu Filho, exaltar.
Porque não há outro Deus
A quem devemos adorar
Senão a Jeová
Que ao próprio Filho fez matar
Numa morte vergonhosa
Para os nossos pecados pagar.
Como um cordeiro
mudo
No madeiro aceitou
ficar
Para que nós
pudéssemos
Com Ele no céu
morar.
Portanto, aquele
que ama a Deus
Ama também ao seu
irmão
Preto, branco, rico
ou pobre
Não importa a
condição.
A ordem já foi dada
Para vivermos em comunhão.
Pois a todos Deus ama
Sem fazer acepção.
Que Alegria sentiremos
Ao participarmos do Grande Coral.
Que cantará dia e noite
Santo, Santo é Jeová.
Edna das Dores de Oliveira Coimbra
João 14; 2 e 3: Na casa de meu Pai há muitas moradas; se não fosse assim, eu
vo-lo teria dito, pois vou preparar-vos
lugar. E, se eu for e vos preparar lugar, virei
outra vez e vos levarei para mim mesmo, para que, onde eu estiver, estejais vós
também.
Êxodo 20;
3: Não terás outros deuses diante de mim.
João 3; 16: Porque
Deus amou o mundo de tal maneira que deu o seu Filho unigênito, para que todo aquele que nele crê não
pereça, mas tenha a vida eterna.
Isaías 53; 4-9: Verdadeiramente, Ele
tomou sobre si as nossas enfermidades e as nossas dores levou sobre si; e nós o
reputamos por aflito, ferido de Deus e oprimido. Mas ele foi ferido
pelas nossas transgressões e moído pelas nossas iniquidades; o
castigo que nos traz a paz estava sobre ele, e, pelas suas
pisaduras, fomos sarados. Todos nós andamos desgarrados como ovelhas; cada
um se desviava pelo seu caminho, mas
o Senhor fez cair sobre Ele a iniquidade de nós
todos. Ele foi oprimido, mas não abriu a boca; como um cordeiro, foi levado ao
matadouro e, como a ovelha muda perante os seus tosquiadores, ele não abriu a
boca. Da opressão e do juízo foi tirado; e quem contará o tempo da
sua vida? Porquanto foi cortado da terra dos viventes e pela transgressão do
meu povo foi ele atingido. E puseram a sua sepultura com os ímpios e com o
rico, na sua morte; porquanto nunca fez
injustiça, nem houve engano
na sua boca.
1 Joã0 4; 7-21: Amados, amemo-nos uns aos outros,
porque o amor é de Deus; e qualquer que
ama é nascido de Deus e conhece a Deus. Aquele que não ama não conhece
a Deus, porque Deus é amor. Nisto
se manifestou o amor de Deus para conosco: que Deus enviou seu Filho unigênito ao mundo, para que por ele vivamos. Nisto
está o amor: não em que nós tenhamos
amado a Deus, mas em que Ele nos amou e enviou seu Filho para propiciação pelos nossos
pecados. Amados, se Deus assim nos amou, também nós devemos amar uns aos outros. Ninguém
jamais viu a Deus; se nós amamos uns aos outros, Deus está em nós, e em nós é
perfeito o seu amor. Nisto conhecemos que estamos nEle, e Ele
em nós, pois que nos deu do seu Espírito, e vimos, e testificamos que o
Pai enviou seu Filho para Salvador do mundo. Qualquer que
confessar que Jesus é o Filho de Deus, Deus está nele e ele em Deus. E nós
conhecemos e cremos no amor que Deus nos tem. Deus é amor e quem está em amor está em Deus, e Deus, nele. Nisto é perfeito o amor para conosco, para
que no Dia do Juízo tenhamos confiança; porque, qual Ele é, somos nós também
neste mundo. No amor, não há temor; antes, o perfeito amor lança fora
o temor; porque o temor tem consigo a pena, e o que teme não é perfeito em
amor. Nós o amamos porque ele nos
amou primeiro. Se alguém diz: Eu amo a Deus e aborrece a seu
irmão, é mentiroso. Pois quem não ama seu irmão, ao qual viu, como pode amar a
Deus, a quem não viu? E dele temos este mandamento: que quem ama a Deus,
ame também seu irmão.
Atos 10; 34 e 35: E, abrindo Pedro a boca, disse: Reconheço, por verdade, que Deus não faz acepção de pessoas; mas
que lhe é agradável aquele que, em qualquer nação, o teme e faz o que é justo.
Tiago 2; 9: Mas, se
fazeis acepção de pessoas, cometeis
pecado e sois redarguidos pela lei como transgressores.
Apocalipses 4; 1-8: Depois destas coisas, olhei, e eis que estava uma
porta aberta no céu; e a primeira voz, que como de trombeta ouvira falar
comigo, disse: Sobe aqui, e mostrar-te-ei as coisas
que depois destas devem acontecer. E logo
fui arrebatado em espírito, e eis que um trono estava posto no
céu, e um assentado sobre o trono. E o que estava
assentado era, na aparência, semelhante à pedra de jaspe e de sardônica; e o
arco celeste estava ao redor do trono e era semelhante à esmeralda. E ao
redor do trono havia vinte e quatro tronos; e vi assentados
sobre os tronos vinte e quatro anciãos vestidos de vestes brancas; e tinham
sobre a cabeça coroas de ouro. E do trono saíam relâmpagos, e trovões, e
vozes; e diante do trono ardiam sete lâmpadas de fogo, as quais são os sete
Espíritos de Deus. E havia diante do trono um como mar de
vidro, semelhante ao cristal, e, no meio do trono e ao redor do trono, quatro
animais cheios de olhos por diante e por detrás. E o primeiro animal era semelhante
a um leão; e o segundo animal, semelhante a um bezerro; e tinha o terceiro
animal o rosto como de homem; e o quarto animal era semelhante
a uma águia voando. E os quatro animais tinham, cada um,
respectivamente, seis asas e, ao redor e por dentro, estavam cheios de olhos; e
não descansam nem de dia nem de noite, dizendo: Santo, Santo, Santo é o Senhor Deus, o Todo-Poderoso, que era, e que é,
e que há de vir.
Salmos 9; 2: Em ti
me alegrarei e saltarei de prazer; cantarei louvores ao teu nome, ó Altíssimo.
Música- Santo
Santo, Santo é,
Santo, Santo é!
Santo, Santo é, Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor! (2x)
Santo, Santo é, Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor! (2x)
E os vinte e quatro anciãos te adoram,
E os quatro seres viventes te adoram,
E a tua noiva se prosta e declara:
Santo é, Santo é, Santo é o Senhor! (2x)
Santo é o Senhor!
Santo é, Santo é, Santo é o Senhor!
Santo, Santo é,
Santo, Santo é!
Santo, Santo é, Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor!
Santo, Santo é, Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor!
Ele é Santo!
Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor!
Só Ele é Santo!
Santo é, Santo é,
Santo é o Senhor!
Toque no Altar
Apocalipses 5; 11-14: E olhei e ouvi a voz de
muitos anjos ao redor do trono, e dos animais, e dos anciãos; e era o número
deles milhões de milhões e milhares de milhares, que com grande voz
diziam: Digno é o Cordeiro, que foi
morto, de receber o poder, e riquezas, e sabedoria, e força, e honra, e glória,
e ações de graças. E ouvi a toda criatura que está no céu, e na terra,
e debaixo da terra, e que está no mar, e a todas as coisas que neles há, dizer:
Ao que está assentado sobre o trono e ao
Cordeiro sejam dadas ações de graças, e honra, e glória, e poder para todo o
sempre. E os quatro animais diziam: Amém! E os vinte e quatro anciãos
prostraram-se e adoraram ao que vive para todo o sempre.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Poema- UM DIA ACONTECERÁ
Da terra os salvos
serão arrebatados,
Um dia isso
acontecerá.
O pranto em gozo
será transformado,
Um dia isso
acontecerá.
Provações e lutas serão aqui deixadas,
Um dia isto acontecerá.
Venceremos os perigos que há nas estradas,
Um dia isso acontecerá.
Viver feliz no lar eternamente, eu vou,
Um dia isso acontecerá.
Ver as mãos feridas de quem me salvou,
Um dia isso acontecerá.
Emílio Conde
1 Tessalonicenses 4; 16 e 17: Porque o mesmo Senhor descerá do céu com alarido, e com voz de arcanjo,
e com a trombeta de Deus; e os que morreram em Cristo ressuscitarão
primeiro. Depois nós, os que ficarmos vivos, seremos arrebatados juntamente com eles
nas nuvens, a encontrar o Senhor nos ares, e assim estaremos sempre com o
Senhor.
João 16; 20: Digo que
certamente vocês chorarão e se lamentarão, mas o mundo se alegrará. Vocês se entristecerão, mas a tristeza de
vocês se transformará em alegria.
Salmos 30; 11 e 12: Mudaste
o meu pranto em dança, a minha veste de lamento em veste de alegria, para que o
meu coração cante louvores a ti e não se cale. Senhor, meu Deus, eu te darei graças para sempre.
João 20; 20, 25, 27-29: Tendo dito isso, mostrou-lhes as mãos e o
lado. Os discípulos alegraram-se quando viram o Senhor. Os outros discípulos lhe disseram:
"Vimos o Senhor!" Mas ele lhes disse: "Se eu não vir as marcas dos pregos nas suas
mãos, não colocar o meu dedo onde estavam os pregos e não puser a minha mão no
seu lado, não crerei". E Jesus disse a Tomé: "Coloque
o seu dedo aqui; veja as minhas mãos. Estenda a mão e coloque-a no meu lado.
Pare de duvidar e creia". Disse-lhe Tomé: "Senhor meu e Deus meu!" Então
Jesus lhe disse: "Porque me
viu, você creu? Felizes os que não viram e creram".
1 João 1; 1: O que
era desde o princípio, o que vimos com os nossos olhos, o que contemplamos e as nossas mãos apalparam - isto proclamamos a respeito da Palavra da
vida.
Isaías 59; 1: Eis
que a mão do Senhor não está encolhida, para que não possa salvar, nem o seu ouvido, agravado, para não poder
ouvir.
João 5; 24: Eu
asseguro: Quem ouve a minha palavra e
crê naquele que me enviou tem a vida eterna e não será condenado, mas já
passou da morte para a vida.
Apocalipses 21; 4-7: E
Deus limpará de seus olhos toda lágrima, e não haverá mais morte, nem pranto,
nem clamor, nem dor, porque já as primeiras coisas são passadas. E o
que estava assentado sobre o trono disse: "Eis que faço novas todas as coisas". E disse-me: "Escreve, porque estas palavras são
verdadeiras e fieis". E disse-me mais: "Está cumprido; Eu sou o Alfa e o Ômega, o
Princípio e o Fim. A quem quer que tiver sede, de graça lhe darei da fonte da
água da vida. Quem vencer herdará todas as coisas, e eu serei seu Deus, e ele será
meu filho.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
Suscribirse a:
Entradas (Atom)