Motivos para ter criado o Blog:

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Eu criei este Blog pra levar a Palavra de Deus a toda criatura. (Marcos 16; 15) Obs.: É por meio deste Blog que eu estou publicando os Estudos que já havia enviado aos meus amigos por e-mail, e aos que não viram todos, aqui terão acesso a eles; pois também foi pelo aumento na demanda de pessoas nos grupos de e-mail que criei o blog. Eu já publiquei os novos, após publicar os anteriores." A Palavra de Deus se renova a cada manhã!", "O céu e a terra passarão, mas as minhas Palavras não hão de passar. - Mateus 24; 35" Um outro motivo pra o blog existir foi por causa de alguns amigos que me incentivaram/estimularam e ajudaram pra que essa idéia se concretizasse e por meio dela, muitas almas sejam alcançadas. Aproveitem este espaço pra conhecer um pouco mais da Palavra de Deus e me ensinar também! Obs.: “Muitas das mensagens que postei fui eu quem “escreveu”, utilizando a Palavra de Deus; e as que não fui eu que “escrevi” completamente ou complementei, procurei citar o nome do autor, e alguns que não coloquei foi por não saber quem é!” Este Blog só existe pra levar a Mensagem do Sofrimento de Jesus na Cruz, que foi por Amor a mim e a você! E não para qualquer outro propósito!

"Mas importa que o Evangelho seja primeiramente pregado entre todas as nações."

Marcos 13;10



lunes, 18 de diciembre de 2017

Himno 68 HCE- Libre Estoy




1.     Yo vagaba mucho tiempo en el error,
Agobiado en el pecado y el temor,
Cuando vi al Salvador
Y escuché su tierna voz,
Mi Jesús me hizo libre por su amor. 


Coro
Libre estoy, libre estoy
Por la gracia de Jesús libre estoy;
Libre estoy, libre estoy
Aleluya, por la fe, libre estoy



2.     Yo vagaba mucho tiempo en el error,
Sin pensar en el amor del Salvador;
Yo vagaba más y más,
Lejos de mi Redentor,
Mas ahora por su muerte libre estoy.


3.     Yo vagaba mucho tiempo en el error,
Mas ahora quiero andar con mi Señor,
Quiero oír su tierna voz,
Y seguirle siempre en pos,
¡Gloria, gloria sea a nuestro buen Pastor!



Efesios 2; 8-22: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.


Romanos 8; 1-21: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.


João 10; 27-30: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.




¡Que Dios en Cristo siga Bendiciéndoles! 

Fraternalmente,
Erica Carla

domingo, 10 de diciembre de 2017

Ágape- AMOR INCONDICIONAL



Poema- AMOR INCONDICIONAL

Meu Deus é um Deus que me ama tanto, tanto,
Que cuida de mim e me leva em seus braços
Que a cada dia enxuga todo o meu pranto
E bem de pertinho dirige os meus passos.

Por que me ama tanto? Tal amor não mereço,
O que em mim viu? Por certo, de bom, nada.
E quando menos espero mais o entristeço,
Ao prosseguir nesta minha curta jornada.

E porque me ama tanto, bem escondido,
Meu dia de amanhã guarda bem em segredo:
Uma dor que me deixaria entristecido,
Ele não me fala e posso viver sem medo.

Ele quer que eu sinta e viva a cada dia,
Avaliando seu socorro que não falha.
E quando a dor chegar resoluta e fria,
Seu coração de amor pronto me agasalha.

Esse é o Deus que garante meu futuro
O Deus que quero honrar mesmo sendo incapaz.
E se chegar o dia mau, o dia escuro,
Estarei bem seguro porque Ele é minha paz.

Orlando Arraz Maz



Deus é Amor!

1 João 4; 8: Quem não ama não conhece a Deus, porque Deus é amor.

1 Coríntios 13; 2: Ainda que eu tenha o dom de profecia, saiba todos os mistérios e todo o conhecimento e tenha uma fé capaz de mover montanhas, se não tiver amor, nada serei.



Ele cuida de nós todos os dias, em todos os detalhes, nada nos falta, Ele nunca nos abandona!

Mateus 11; 28-30: Vinde a mim, todos os que estais cansados e oprimidos, e eu vos aliviarei. Tomai sobre vós o meu jugo, e aprendei de mim, que sou manso e humilde de coração, e encontrareis descanso para a vossa alma. Porque o meu jugo é suave, e o meu fardo é leve.

Salmos 23; 1: Senhor é o meu pastor; nada me faltará.

Salmos 25; 5: Guia-me na tua verdade e ensina-me, pois tu és o Deus da minha salvação; por ti estou esperando todo o dia.



O choro dura uma noite, mais Ele limpará toda lágrima de nossos olhos e pela manhã tornará nosso pranto em alegria.

Salmos 30; 5 b: ...o choro pode durar uma noite, mas a alegria vem pela manhã.

Apocalipses 21; 4: E Deus limpará de seus olhos toda lágrima, e não haverá mais morte, nem pranto, nem clamor, nem dor, porque  as primeiras coisas são passadas.

Jeremias 31; 13 b: ...e tornarei o seu pranto em alegria, e os consolarei, e transformarei em regozijo a sua tristeza.



Em nossos corações preparamos planos para o futuro, porém é o Senhor quem responde/confirma e dirige nossos passos nos Seus caminhos.

Salmos 17; 5: Dirige os meus passos nos teus caminhos, para que as minhas pegadas não vacilem.

Provérbios 16; 1 e 9: Do homem são as preparações do coração, mas do Senhor, a resposta da boca. O coração do homem considera o seu caminho, mas o Senhor lhe dirige os passos.



Lembremo-nos que não fomos nós que O escolhemos, Ele é que nos escolheu, e nisto não temos mérito algum. Nisto vemos o Seu grande Amor, sendo nós ainda pecadores. Ainda estamos na carne e sujeitos a provações, porém, cabe a cada um de nós, vigiar e cuidar para não cair, pois mesmo quando queremos acertar, sempre haverá algo que queira nos impedir.

João 15; 16: Não me escolhestes vós a mim, mas eu vos escolhi a vós, e vos nomeei, para que vades e deis fruto, e o vosso fruto permaneça, a fim de que tudo quanto em meu nome pedirdes ao Pai ele vos conceda.

Romanos 5; 8: Mas Deus prova o seu amor para conosco em que Cristo morreu por nós, sendo nós ainda pecadores.

Romanos 7; 12-25: Assim, a lei é santa; e o mandamento, santo, justo e bom. Logo, tornou-se-me o bom em morte? De modo nenhum! Mas o pecado, para que se mostrasse pecado, operou em mim a morte pelo bem, a fim de que pelo mandamento o pecado se fizesse excessivamente maligno. Porque bem sabemos que a lei é espiritual; mas eu sou carnal, vendido sob o pecado. Porque o que faço, não o aprovo, pois o que quero, isso não faço; mas o que aborreço, isso faço. E, se faço o que não quero, consinto com a lei, que é boa. De maneira que, agora, já não sou eu que faço isto, mas o pecado que habita em mim. Porque eu sei que em mim, isto é, na minha carne, não habita bem algum; e, com efeito, o querer está em mim, mas não consigo realizar o bem. Porque não faço o bem que quero, mas o mal que não quero, esse faço. Ora, se eu faço o que não quero, já o não faço eu, mas o pecado que habita em mim. Acho, então, esta lei em mim: que, quando quero fazer o bem, o mal está comigo. Porque, segundo o homem interior, tenho prazer na lei de Deus. Mas vejo nos meus membros outra lei que batalha contra a lei do meu entendimento e me prende debaixo da lei do pecado que está nos meus membros. Miserável homem que eu sou! Quem me livrará do corpo desta morte? Dou graças a Deus por Jesus Cristo, nosso Senhor. Assim que eu mesmo, com o entendimento, sirvo à lei de Deus, mas, com a carne, à lei do pecado.

1 Coríntios 10; 12: Aquele, pois, que cuida estar em pé, olhe que não caia.



Não nos preocupemos com dia de amanhã, lancemos sobre Ele toda ansiedade, porque Ele tem cuidado de nós e nos tem dado a sua maravilhosa Paz!

Mateus 6; 34: Não vos inquieteis, pois, pelo dia de amanhã, porque o dia de amanhã cuidará de si mesmo. Basta a cada dia o seu mal.

1 Pedro 5; 7: Lançando sobre ele toda a vossa ansiedade, porque Ele tem cuidado de vós.


João 14; 27: Deixo-vos a paz, a minha paz vos dou; não vo-la dou como o mundo a dá. Não se turbe o vosso coração, nem se atemorize.



Meus Queridos Leitores, eu não vos esqueci; estou me recuperando de uma gripe forte, bem como, estou numa correria este final de ano que me impossibilitou de publicar no cronograma habitual, porém vou me esmerar para conseguir finalizar o cronograma anual com as 52 publicações, e dar seguimento até que o Senhor me guarde. Creio que também não me esqueceram, pois bem, peço que sigam orando por mim e por esta Obra, para que possamos continuar aprendendo juntos sobre a Palavra de Deus.




Que Deus em Cristo vos Abençoe!

Fraternalmente,
Erica Carla