Los caminos de Dios son perfectos, Él
nos conduce por donde hemos de andar; Él es escudo a todos los que en él esperan
y se refugian, Él es refugio mío y castillo mío.
Salmos
18; 30:
En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo
es a todos los que en esperan.
Isaías
48; 17:
Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: "Yo soy
Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, y que te conduce por el camino que debes seguir.”
Salmos 91; 1 y 2: El que habita al abrigo del Altísimo morará
bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: "Esperanza
mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré."
En las manos de Dios están mis
tiempos, mi vida. Olvidando cada uno de la vida de pecado, de todo lo que ha
pasado; prosigamos a la meta que es la vida eterna, ayudando unos a otros hasta
aquel día.
Salmos
31; 15:
"En tus manos están mis tiempos."
Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.
Filipenses 3; 13 y 14:
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Isaías
41; 6:
Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: "¡Esfuérzate! "
Los que practican el pecado, son
esclavos del pecado; porque el viejo hombre fue crucificado con Jesucristo, a
fin de que no seamos más esclavos del pecado. Entonces, Él enjugará toda
lágrima de los ojos, pues no más habrá muerte, ni llanto, ni dolor; porque las
primeras cosas ya pasaron y el que venza heredará la vida eterna.
Juan
8; 34:
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo que todo aquel que hace pecado, esclavo es del
pecado.
Romanos
6; 6 y 20:
Sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Porque cuando erais esclavos del pecado,
erais libres acerca de la justicia.
Apocalipsis 21; 4-8: Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y
el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las
cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y
verdaderas. Y me dijo: ¡Hecho está!
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le
daré gratuitamente de la fuente de agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será
mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con
fuego y azufre, que es la muerte segunda.
A todos que le claman, Él responde;
que se humilla, será enaltecido; A todo aquel que invocare su nombre y en
oración buscare su rostro, Él oirá desde los cielos; los que vuelven de sus
malos caminos y confiesen sus pecados, serán perdonados y limpios de toda
maldad. Pues el fin de las cosas está cerca y la ira de Dios dura sólo un
momento, pero su favor dura toda la vida; porque por la noche dura el llanto/
el lloro, pero al amanecer vendrá la alegría.
Jeremías
33; 3:
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Lucas
18; 14 b:
Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
2
Crónicas 7; 14: Si se humillare mi pueblo,
sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren
de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré
sus pecados, y sanaré su tierra.
1
Juan 1; 9:
Si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1
Pedro 4; 7: Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y
velad en oración.
Salmos
30; 5:
Porque un momento será su ira, pero su
favor dura toda la vida. Por la
noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
Nosotros no somos de este mundo, cómo
Él también no lo es. Seamos santos cómo lo es nuestro Dios, que nos rescató de
la vana manera de vivir. ¡Cree y confía en Él, lo cual nombre es sobre todo
nombre!
Juan 8; 23 y 24: Y
les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo
no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros
pecados, porque si no creéis que yo soy,
en vuestros pecados moriréis.
Juan
15; 19:
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero ya no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece.
Juan 17; 14-18: Yo
les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No
ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del
mundo. Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú
me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
1 Pedro 1; 15-19: Sino,
como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera
de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción juzga según la obra de
cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; Sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis
de vuestros padres, no con cosas
corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de
un cordero sin mancha y sin contaminación.
Filipenses 2; 5-11: Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante
a los hombres; y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y
muerte de cruz! Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
La indignación del Señor ha hecho estremecer los cielos y mover la
tierra, ya hemos visto los reflejos de la ira de Dios, las personas están hacia
su propio pueblo, enclaustrados cómo rehenes en su propio país/su tierra. No percán
tiempo, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados,
producid frutos dignos de arrepentimiento.
Isaías 13; 13-17: Porque haré estremecer los cielos, y la
tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los Ejércitos, y en
el día del ardor de su ira. Y como
gacela perseguida, y como oveja sin pastor, cada cual mirará hacia su pueblo, y cada uno huirá a su tierra.
Cualquiera que sea hallado será alanceado; y cualquiera que por ellos sea
tomado, caerá a espada. Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas
serán saqueadas, y violadas sus mujeres. He
aquí que yo despierto contra ellos a los medos, que no se ocuparán de la plata,
ni codiciarán el oro.
Hechos 3; 19 y 20: Así
que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;
para que vengan de la presencia del
Señor tiempos de refrigerio, y él
envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado.
Mateo
3; 8:
Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento.
Lo regreso del Cordero de Dios está
cerquita, su novia está ataviada y lista; lo arrebatamiento empezará con los
que murieron primero (cómo Él hizo en Ezequiel 37)
y
seguirá hasta los que estuvieren vivos; los muertos serán resucitados sin
corrupción y nosotros seremos transformados en cuerpos de gloria y seremos
arrebatados con ellos en las nubes, y en el aire estaremos siempre juntos con
el Señor, el que vive y estuvo muerto y está vivo por los siglos de los siglos;
pues en su muerte y resurrección ha quitado de las manos de lo enemigo las
llaves de la muerte e del Hades (infierno). ¡Sorbida (Tragada-
en Portugués de Brasil) es la muerte en
victoria! ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón? Después será la gran tribulación
para los que no creyeron en Él (no
le aconsejo a que estéis en este momento).
Ezequiel 37; 1-5: La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó
en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de
huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí
que eran muchísimos sobre la faz del campo, Y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de
hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo
sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd la palabra de Jehová.
Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu
en vosotros, y viviréis.
1 Tesalonicenses 4; 13-18: Tampoco
queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros
que no tienen esperanza. Porque
si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los
que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
1 Corintios 15; 51-58: He
aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y
esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya
vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,
entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria! ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?
¿Dónde, oj sepulcro, tu victoria? Ya
que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Mas
gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano.
Filipenses 3; 17-21: Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a
los que así se conducen, según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales
os dije muchas veces, y aun ahora los digo llorando, que son enemigos de la
cruz de Cristo; El fin de los
cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que
sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, el
Señor Jesucristo. El cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de gloria suya, por
el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Apocalipsis 1; 18: Y el
que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.
¿Muchos se
preguntan se la vida va a volver al normal?
Yo pienso que tal vez, pero no lo sé cuándo,
pues vemos la ambición de algunos en detrimento la vida de muchos. Es la señal
de lo fin de los tiempos, pues estos que hicieron mal a la humanidad (creación
de Dios), se muestran enemigos de Dios y de la cruz de Cristo. Son personas que
solo piensan en los bienes materiales y en alcanzar poder, sin ni llevar en
cuenta se están haciendo el malo a los demás. Mismo que en algún día la vida en
la tierra parezca normal, no se engañe, nuestra ciudadanía no es aquí, está nos
esperando en los cielos.
Santiago
4; 4:
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que quiere ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios.
Mateo 6; 19-21: No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan. Sino haceos tesoros en el cielo, donde
ni la polilla ni el orín corrompen, y
donde los ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también
vuestro corazón.
Mateo 16; 25 y 26: Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará. Porque ¿qué
aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su
alma?
La
inspiración del autor de esta canción, es cuando Moisés tuvo que huir del
Egipto por el desierto, pero creo que también se aplica bien al momento en que
el mundo vive o sobrevive en estos días.
Éxodo 2; 11-15: En aquellos días sucedió que crecido ya
Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un
egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces
miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió
en la arena. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que
reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él le respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez
sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés
tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto
ha sido descubierto. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró
matar a Moisés; pero Moisés huyó
de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.
Cómo ya lo saben, esto Blog (Periódico Misionero by Erica Carla)
es escrito por mí, excepto los textos que son Bíblicos o de la letra de música/poema
de autoría de otras personas; fueron escritos por mí con inspiración de Dios
para que seamos edificados.
A
los hermanos Hispanohablantes: Yo hice un estudio totalmente en su lengua, pido
perdón se hubo muchos errores; pero mi intención fue hacerles un homenaje; pues
soy apasionada por esto idioma desde mi niñez.
¡Que Dios en Cristo siga Bendiciéndoles!
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