sábado, 10 de junio de 2017
Poesía- ¿LOCURA?
¡Probar tu
carne me transforma en un loco
que
solícito se encadena o pide crucificarse
a tu
costado!
¡Libar tu
vino es justificación
para
saberte manantial que saciará mi sed!
¡Un soplo
al oído sin manoseo en la herida
al par de
épocas jeroglíficas!
¡Tantas
veces
esta locura
sagrada y telúrica!
¡Sempiterno
lo ardiente
adorable de aquello numinoso!
¡Cuánta locura de limpio aliento meciendo
extremidades, vibrando sin obviar caireles!
¡Cuánta locura crepuscular y intraducible!
¡Cuánta locura lo de clavar y desenclavar!
¡Cuánta locura por esperar renacimientos!
¿Seguirte se considera misión o privilegio?
¿Estar contigo es cantar todos los cantares?
¿Acaso podré ungirte las selectas esencias?
¡Probar tu
carne, masticarla en el más acá!
¡Libar tu
vino, embriagándome con calma
hasta que
engendremos el azul de la dicha!
¡Ser el
loco al que sólo se asigne tal tarea!
¿Incapaz el
loco para amar de esta manera?
1
Corintios 1; 17-31: Pues no me envió Cristo a bautizar, sino
a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Porque la palabra de
la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a
nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y
desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde
está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el
mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los
creyentes por la locura de la predicación. Porque los
judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como
griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque
lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte
que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación,
que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos
nobles; sino que lo necio
del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin
de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él
estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación,
santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Proverbios
1; 7: El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová; Los insensatos desprecian
la sabiduría y la enseñanza.
1
Corintios 2; 4-16: y ni mi palabra ni
mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino
con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los
que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los
príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la
cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la
que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran
conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes
bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni
han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién
de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está
en él? Así tampoco nadie conoció las
cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las
que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las
cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos
la mente de Cristo.
Romanos
1; 16: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al
griego.
Mateo
11; 25: En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios
y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
1
Corintios 3; 18-23: Nadie se engañe a sí
mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante,
para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios;
pues escrito está: El prende a los sabios
en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. Así que, ninguno se gloríe en los hombres;
porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea
el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo
es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Job
5; 13: Que prende a los sabios en la astucia de
ellos, Y frustra los designios de
los perversos.
Jeremías
9; 23 e 24: Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría,
ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que
yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque
estas cosas quiero, dice Jehová.
Jeremías
17; 5: Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y
pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Que Deus em Cristo vos Abençoe!
Fraternalmente,
Erica Carla
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